Desde siempre
los postres han tenido un sentido maravilloso, mágico y lleno de ilusión para
los niños. Inclusive muchos adultos no pueden pasar el día sin probar algún
delicioso dulce. De hecho, los postres se han convertido en un complemento
ideal en toda gastronomía.
Los postres
son platos dulces que se sirven al final de las comidas principales (almuerzo y
cena) aún aquellas que no están destinados a ser ingeridos al final de la
comida. Incluyen preparaciones dulces o simplemente frutas, sobre todo en el
verano, cuando la variedad es mayor.
La existencia
de los postres se encuentra marcada por una enorme variedad de tipos y estilos.
Se puede escoger postres que no son más que simples golosinas como el algodón
de azúcar y los caramelos, hasta aquellos que son verdaderos alimentos como es
el caso de las tortas y de los quesillos. Las frutas consumidas naturalmente
resultan un tipo particular de postre, están compuestos básicamente por agua y
vitaminas y minerales, lo cual los postres transforman en un excelente
alimento.
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