El postre, como es sabido, es
el plato que se sirve al final de las comidas, desde la pieza de fruta más solitaria al pastel más elaborado, el postre puede convertirse en un mero transmítela
obligación que nos
recuerdan constantemente los médicos de comer fruta a diario, o puede ser una auténtica fiesta para el paladar, comer es una necesidad, pero gracias a los grandes cocineros la gastronomías decir, el arte
de comer bien, ha ido desbancando
a la pura alimentación,
la historia de los
postres es también la historia de
la búsqueda de una alimentación cada vez más importante como
la nutrición,
empezaremos este recorrido
por la historia de los postres por el final, y lo haremos hablando de la edad
de oro que está viviendo los postres, los platos mimados
de la gastronomía.
El éxito del que gozan
los postres se fundamenta en tres pilares: Tradición, Creatividad y Técnica, por otro lado, los miles de años que hay detrás de la gastronomía actual representan un bagaje impresionante del que
beben todos los grandes cocineros, en este caso, la
tradición sería sinónimo de experiencia, el
conocimiento de
la tradición
gastronómica no se traduce
simplemente en un vasto recetario, sino
que permite a
los cocineros que crean tendencias mirar atrás para innovar con buen criterio, en todo caso, en lo que a las técnicas básicas se refiere, casi todo estaba inventado ya al iniciarse el siglo XX, los tiempos
modernos han aportado nuevas herramientas-sistemas de refrigeración
electrodomésticos más eficientes- y
la facilidad de disponer de una amplia variedad de productos y alimentos, pero
las reglas básicas de la repostería no han sufrido
modificaciones sustanciales.